(Propuesta)
Junio 27 de 2002
Organizaciones de la sociedad civil proponen
- Alianza social es un mecanismo de trabajo y movilización para proponer a las propias organizaciones participantes, a la ciudadanía, opinión pública, partidos políticos y a los diversos poderes, un método de trabajo y una agenda integrada, que contribuya a la transición democrática y el fortalecimiento del proyecto nacional.
- A dos años del dos de julio, la sociedad civil organizada y la ciudadanía en general, sigue esperando un cambio en la relación entre gobierno y sociedad.
- La sociedad civil organizada está decepcionada por la exclusión de la que es objeto en el análisis, diseño de propuestas y construcción de consensos, en torno a los problemas de fondo del país. Las encuestas de opinión y la interlocución selectiva, más orientada a la legitimación que a una verdadera participación social, demandan como respuesta una movilización de las iniciativas sociales y la formulación de propuestas viables y éticas.
- Existe un vacío de propuestas en los partidos políticos y el gobierno, sobre una agenda nacional estructurante, en la que se puedan entender, valorar y justificar las decisiones sobre la política económica y social a seguir para modificar las tendencias de los últimos veinte años.
- La sociedad civil no acepta ningún determinismo ni decisiones fatales. Las organizaciones participantes en Alianza Social han trabajado en la formulación de análisis y diseño de propuestas que pueden contribuir a la solución de los problemas nacionales.
- Este esfuerzo es una aportación a esta tarea indispensable. Se requiere elaborar propuestas integradas que incorporen las inquietudes de los diversos actores y fuerzas económicas y sociales, así como definir los posicionamientos básicos que nos pudieran unir en la búsqueda de cambios en los que todos coincidimos.
- La aportación de Alianza Social se refiere tanto al método de trabajo, como a las temáticas de esta agenda nacional inmediata, que no debe resolverse con visión coyuntural, sino considerando nuestro proyecto de nación de largo plazo.
Ver a la nación no a sus problemáticas aisladas
- Es inútil hacer una mera lista de propuestas o de problemas de manera inconexa y sin orden ni conexión lógica y causal. Con este método sólo se aumenta la confusión y la búsqueda de los objetivos particulares, muy válidos y justificables, pero que si se consideran de manera aislada, no permiten la construcción de los consensos políticos para cambiar la realidad.
- Alianza Social por lo tanto, propone un conjunto de objetivos amplios del desarrollo nacional, en los que se deberían ir nucleando los objetivos particulares.
Propuesta de objetivos estructurantes
Proyecto de nación
- La globalización económica promueve la desestructuración del estado-nación, generando derechos para los inversionistas internacionales y eludiendo todos los deberes. Esto es inaceptable e injusto. Una nación es una identidad histórica que tiene raíces en el pasado y se proyecta hacia al futuro; es la construcción del avance de la ética, desde las condiciones particulares de las culturas, etnias, identidades, que se va plasmando en las leyes, instituciones y procesos productivos. El tiempo de las naciones es el largo plazo.
- Las decisiones se deben tomar apelando a la fuerza de nuestra propia sociedad y a las fortalezas que tenemos como nación y no a eventuales, caprichosos, impredecibles y egoístas procesos económicos mundiales.
- México es una nación viable e independiente, que afirma su derecho al desarrollo, tanto ante sí, como ante la comunidad internacional. Por ello, se propone contribuir en todo al fortalecimiento de la cohesión nacional. En este momento histórico, es necesario aprender de nuestra propia experiencia, pero también de las experiencias del mundo.
- De seguir las actuales tendencias, la economía mexicana es inviable y por lo tanto la cohesión como estado-nación. El destino de México no es convertirse en una colonia de las potencias mundiales, ni en domicilio fiscal para la operación de sus empresas.
Desarrollo político
- Se ha dado una alternancia con continuidad del modelo de desarrollo neoliberal, que por su propia naturaleza contribuye a acentuar las diferencias sociales y no ha acreditado su capacidad para promover un alto nivel de crecimiento y desarrollo económico. Los problemas económicos no son sólo de política económica, sino de economía política, de la relación entre gobierno y sociedad y de articulación a la economía mundial en condiciones distintas a las actuales.
- Los problemas económicos han aumentado las problemáticas sociales. La sociedad se encuentra más irritada, desilusionada y sin opciones concretas para su desarrollo personal, comunitario y como país.
- La sociedad civil organizada en México tiene un nivel insuficiente de desarrollo. En ello estamos trabajando los ciudadanos y organizaciones.
- Sin embargo, es preocupante que se pretenda gobernar sin interlocución social y a través de estrategias en los medios de comunicación masiva, desconociendo en la práctica la existencia, trayectoria, representatividad y sobre todo, potencial movilizador positivo de las organizaciones de la sociedad civil.
- Después de un periodo comprensible de reorganización interna de los partidos políticos, se requiere ahora un trabajo conjunto con la sociedad civil organizada, para realizar un análisis fundamentado de los problemas estructurales del país, y diseñar las decisiones de fondo que se requieren para cambiar las actuales tendencias.
- México tiene un tiempo escaso para acelerar la organización de estos procesos políticos, ante la permanencia de problemas estructurales como tasas de crecimiento de la economía excesivamente reducidas, escasas oportunidades empresariales y de empleo para la mayoría de la población, así como un estado reducido a su mínima expresión, e incapaz de promover tanto el desarrollo económico, como la justicia social.
- La problemática de la juventud es dramática, ante un sistema educativo que les ofrece más de 300 programas desarticulados y sin conexión adecuada entre sí, y un mercado de trabajo que los excluye. A ello se añade la influencia decisiva de los medios de comunicación masiva, que les promueven una cultura del consumo contradictoria con sus condiciones objetivas, así como una ética hedonista y orientada al propio provecho.
Crecimiento económico
- En los últimos veinte años se han observado bajas tasas de crecimiento económico, un estancamiento del producto por habitante, concentración de la riqueza, falta de oportunidades y aumento de las deudas interna y externa, que lastran la capacidad de crecimiento a futuro. Sin crecimiento económico, será excesivamente difícil resolver los problemas sociales, regionales y de falta de infraestructura en las regiones más pobres del país.
- Sin embargo, existen muchos elementos que permiten afirmar, que bajo las actuales condiciones, es prácticamente imposible alcanzar altas tasas de crecimiento. Las deudas interna y externa, en la práctica obligan al establecimiento de políticas monetarias dirigidas a controlar la inflación a costa del crecimiento.
- El gobierno debe dejar de mirar al control extranjero de nuestras mayores empresas, públicas o privadas, que tienen un carácter estratégico, como una opción o fatalidad para resolver la falta de dinamismo económico. Mientras más tiempo tarde en ello, más se retrasan las verdaderas soluciones.
- México debe considerar a su mercado interno como el motor fundamental de su desarrollo. En las naciones desarrolladas ésta es la fuente indudable de riqueza más importante.
- El gobierno mexicano debe dejar de otorgar prioridad a la búsqueda de inversiones externas y debe promover la inversión y acumulación económica nacional. El 99.3% de las empresas mexicanas son micro, pequeñas y medianas empresas, a las que no se les ha apoyado con visión estratégica y de largo plazo. Los recursos para el fomento económico son excesivamente reducidos, y prácticamente inexistentes si se les compara con los que destinan las naciones desarrolladas.
- La agenda central de nuestro país debe ser la generación interna de riqueza. El comercio internacional debe ser visto como medio para esta finalidad. Ello implica cambiar el énfasis de los últimos veinte años, de abrir el comercio y firmar tratados internacionales, para concentrarse en aumentar la capacidad de generar oferta de bienes y servicios para los mercados nacional e internacional.
- El sistema financiero fue rescatado por el pueblo de México y su control pasó a inversionistas extranjeros. Además de la injusticia intrínseca de estos arreglos, a la fecha el apoyo de la banca privada a la inversión productiva, desde el año 1995, sigue siendo prácticamente inexistente para la mayoría de las empresas.
- La agenda para aumentar la productividad y competitividad nacional es inexistente y no constituye el referente para las decisiones que se proponen en materia laboral y fiscal. Sin políticas económicas articuladas alrededor de este objetivo, es imposible superar la lógica de la política monetaria restrictiva del crecimiento y en consecuencia, será imposible alcanzar tasas sostenidas de crecimiento económico superiores al 7% anual, como lo requiere la sociedad mexicana.
- El gobierno se muestra paralizado ante evidentes amenazas a sectores productivos y sociales de extraordinaria importancia. Ante el avance del calendario del TLC y las decisiones de los gobiernos de los países ricos, en particular el "Farm Bill" de los Estados Unidos, se deja inerme a la mayoría de nuestros campesinos y productores ante una evidente agresión económica que no tiene nada que ver con el libre comercio.
- Una verdadera reforma fiscal no puede dejar de considerar las dimensiones promotoras del ahorro, inversión y distribución del ingreso. Pero avanzar en esta materia será imposible, si sólo se le quiere ver como una forma de aumentar el excesivamente reducido gasto público con cargo a los magros ingresos de la declinante clase media y los trabajadores.