UNION NACIONAL DE TRABAJADORES

MANIFIESTO A LA NACION

RESPETO IRRESTRICTO AL VOTO CIUDADANO Y SOLUCION A LOS CONFLICTOS SINDICALES Y SOCIALES

Las ciudadanas y los ciudadanos mexicanos que al acudieron masivamente a votar este 2 de julio de 2006, acreditaron con esta acción su vocación democrática y su aspiración para que los problemas de nuestro país se resuelvan por medios pacíficos y en un entorno de pluralidad y tolerancia.

Independientemente de quien asuma la presidencia de la república, estamos ciertos de que los problemas de fondo del país siguen profundizándose y que debemos resolvemos porque pueden generar conflictos serios.

Para comenzar, demandamos del actual gobierno la solución concertada a los conflictos que actualmente involucran el respeto a la autonomía sindical: la ilegal intervención de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en el Congreso del Trabajo, en el Sindicato del Seguro Social y en el Sindicato de Mineros; la investigación sobre los asesinatos en Las Truchas, en Lázaro Cárdenas, Michoacán; el crimen industrial en Pasta de Conchos, Coahuila; la violación de los derechos humanos en San Salvador Atenco y las legítimas demandas negadas a los trabajadores del Colegio de Bachilleres y a los profesores de Oaxaca. Demandamos también que se suspenda la reserva precautoria aplicada al presupuesto del programa especial concurrente que impide el cumplimiento del acuerdo nacional para el campo y afecta a millones de campesinos.

Esta sería una primera señal de distensión, cuyo valor se acrecienta si tomamos en cuenta que el trasfondo, por lo menos del conflicto minero, es la relación que debe prevalecer entre las organizaciones sociales y el gobierno.

Para la UNT el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas, es una posición indeclinable, por lo que, exigimos de las autoridades electorales y del gobierno federal, una actitud imparcial y apegada a derecho, que garantice que todos los votos emitidos por los electores se hagan valer y que se atiendan oportunamente todos los reclamos y observaciones de los partidos contendientes

Es necesario reencausar el proceso electoral y dejarlo fuera de toda duda, conduciéndolo bajo condiciones de transparencia, certidumbre y legitimidad. Para ello, hace falta voluntad política para que exista certeza entre los votos emitidos y los contados; para que el Tribunal Federal Electoral acredite su institucionalidad, credibilidad y rinda cuentas inobjetables a toda la ciudadanía y para que los candidatos tanto de la Coalición por el Bien de Todos como los del Partido Acción Nacional acaten la resolución de esa instancia. No sirven a la democracia ni la incertidumbre ni la zozobra, mucho menos al progreso de la nación.

Una vez concluido el proceso electoral el nuevo gobierno contará, tan solo con el 35 % de las preferencias electorales, con el resto tendrá que trabajar —tanto con treinta millones de mexicanos que no acudieron a sufragar, como con los que no acreditaron sus propuestas. La gobernabilidad democrática no puede construirse con una base tan estrecha.

Para impulsar la distensión política y la estabilidad, es necesario que la sociedad asuma la iniciativa política a fin de evitar una salida autoritaria a la actual situación política e iniciar un proceso de construcción de consensos con todas las fuerzas políticas y sociales que permitan abordar la agenda social para la transformación democrática del país.

Para fortalecer la gobernabilidad democrática, es prioritario y urgente la construcción de vínculos distintos entre el gobierno y la sociedad, misma que debe partir de una respuesta satisfactoria a las demandas sociales y del reconocimiento de la autonomía, la independencia y la pluralidad de las organizaciones sindicales, campesinas y ciudadanas y el estricto apego a derecho.

La autonomía, la independencia, la transparencia, la democracia y la pluralidad, son la base para fortalecer la unidad de acción que hemos construido en los últimos años y que hoy se expresa en agrupamientos como la UNT, por medio de los cuales impulsaremos acciones y propuestas para la resolución de los problemas de la nación.

La tarea de la UNT y de organismos civiles y ciudadanos es enfrentar esta situación, promoviendo el dialogo entre todos los actores políticos y sociales, para lograr la democratización de la nación y del mundo del trabajo por medio de la reforma social y democrática del Estado y de un nuevo acuerdo o contrato social incluyente y democrático.

Sólo de esta manera será posible superar los riesgos que rodean al proceso electoral en curso y sentar las bases de un proyecto de nación sustentado en valores como la democracia, la justicia y la equidad.

"Por la democratización de los Trabajadores"

México, D.F. a 11 de julio de 2006