HACIA UN MOVIMIENTO SINDICAL MÁS FUERTE

(Declaración del Comité Ejecutivo de CWA, enero de 2005. Este documento constituye la base de las propuestas de CWA para la AFL-CIO)

DEMOCRACIA EN EL LUGAR DE TRABAJO. PROPUESTAS DE CWA PARA LA AFL-CIO

La democracia en el lugar de trabajo es la base del apoyo popular para la negociación colectiva; proporciona el mejor cimiento para la organización sindical y debería de proporcionar un marco para la infraestructura sindical en los niveles local y nacional, esto es válido también para la AFL-CIO. Está ampliamente aceptado que existe una crisis de la negociación colectiva en Estados Unidos, la cual ha sido conducida por la peor represión patronal en contra de los derechos en el lugar de trabajo que se haya visto en cualquier democracia. CWA cree que los miembros sindicales activos son la mejor y la única esperanza para revertir esto, y que los sindicatos debemos de invertir mucho más en la movilización de nuestros miembros.

La AFL-CIO puede y debe reforzar la movilización en el lugar de trabajo de nuestros doce millones de miembros sindicalizados, como el único método probable para revertir el descenso de los derechos de negociación colectiva y de organización. Debemos de tener en mente que nada de lo que la AFL-CIO haga para reestructurarse, cambiará el carácter anti-sindical en el comportamiento de las corporaciones en Estados Unidos. Pero la movilización de doce millones de miembros sindicalizados puede elevar el costo de esa conducta y señalar el camino para un Estados Unidos mejor y más democrático. La renovación del movimiento sindical debe de ser encabezada por los delegados sindicales y por los representantes sindicales locales, profundizando su participación con y en la gobernanza de los consejos sindicales locales y en la adhesión política a candidatos, así como en las decisiones que afectan a las comunidades donde viven.

  1. Derechos de negociación colectiva y de organización. La densidad de la negociación colectiva es mucho menor en los Estados Unidos que en cualquier otra democracia industrial. Esta es la realidad que nos une a todos, ahora más que nunca. La AFL-CIO ha hecho su mejor trabajo en esta área, incluyendo a los 245 congresistas co-patrocinadores del Acta de Libertad de Elección de los Empleados, así como a través del apoyo significativo a la coalición Empleos con Justicia y a Derechos Americanos en el Trabajo. Empleos con Justicia, la red nacional de coaliciones comunidad-sindicatos, tiene un record de 17 años de perseguir compañas locales exitosas para defender los derechos de los trabajadores, a través de la acción directa en el trabajo y en la comunidad. El sindicalismo debería de hacer un renovado compromiso financiero y organizacional para construir grupos de Empleos con Justicia, además de apoyar a Derechos Americanos en el Trabajo en sus esfuerzos paralelos para mejorar el entendimiento y el clima más apropiado para la organización y para la negociación.
  2. Negociación colectiva unificada. Los resultados de la negociación son influenciados por al menos cuatro factores: el empleador, la ocupación, la industria y la comunidad involucrada. El peso de cada factor puede moldear tanto a la organización como a la negociación, dependiendo de las circunstancias. Construir la unidad sindical en la negociación ha sido siempre un reto. Fue un tema cuando la densidad de la negociación colectiva estaba en un 8% en 1930, lo siguió siendo cuando alcanzó un 35% en 1950, y permanece hoy cuando es del 12%. El trabajo de crear unidad entre los locales, los sindicatos nacionales o entre diferentes grupos ocupacionales es esencial e interminable, sin importar cómo estemos estructurados. Pero la habilidad de los trabajadores para auto organizarse y construir sus propios sindicatos, ya sea a través de nuestras organizaciones o creando otras nuevas, debe de ser la piedra angular de cualquier esfuerzo de reforma sindical. Los programas de organización sindical establecidos en la AFL-CIO debieran de estar diseñados para engrandecer o construir una negociación colectiva efectiva.
  3. Los sindicatos como organizaciones efectivas en el lugar de trabajo. La democracia sindical no es un cliché, debe de ser una realidad en todo lo que hacemos. Los sindicatos trabajan mejor cuando están organizados desde el lugar de trabajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo. El liderazgo debe de reflejar la diversidad de nuestra membresía, incluyendo a los afiliados más jóvenes en todos los niveles de liderazgo. Fortalecer el papel de los delegados y de los movilizadores en el lugar de trabajo continúa siendo crítico para la negociación colectiva efectiva, para la organización y para la acción política. De hecho, sin delegados efectivos existe muy poca probabilidad de que seamos exitosos en cualquier área. Necesitamos continuar desarrollando el liderazgo desde nuestros propios miembros.
  4. Prestaciones de huelga. En cada democracia con sindicatos vitales, las huelgas efectivas son críticas para apoyar la negociación colectiva. Con un apropiado financiamiento, podemos garantizar que todos los huelguistas reciban cuando menos 200 dólares por semana. El seguro de huelga podría ser fondeado per capita por la AFL-CIO, con rebajas para sindicatos que puedan fondear dicha prestación en este nivel.
  5. Consejos Centrales Sindicales. Si somos serios en motivar más la activa participación de los miembros, debemos de incrementar su participación en todos los niveles de nuestros sindicatos. Los consejos sindicales siguen siendo la mejor forma de movilizar para la acción política y legislativa.
  6. Unidad política. La unidad política es cuando menos tan importante como la unidad industrial. Nuestros delegados y funcionarios locales están de acuerdo en la mayoría de las cuestiones políticas, pero también muy a menudo en algún otro nivel de uno o más sindicatos- existe interferencia con algún proceso de aprobación. Necesitamos establecer estándares cada vez más claros para aprobaciones de candidatos por una súper-mayoría de miembros sindicales, y después prevenir que los sindicatos nacionales, de manera oportunista, apoyen a un candidato diferente, lo que implica desperdicio de recursos y socava un esfuerzo unido.
  7. Sindicatos globales en corporaciones internacionales. Han existido grandes ejemplos de unidad global que vienen de décadas. Hoy, existen redes sindicales globales activas en telecomunicaciones, incluyendo comités virtuales que usan internet, sitios web y conferencias telefónicas multilingües. Redes sindicales similares transfronterizas se están dando en empresas de la alimentación, automotrices y del sector servicios. La AFL-CIO podría fortalecer activamente esta formación de redes sindicales transfronterizas en patrones multinacionales. Deberíamos de buscar especialmente oportunidades para trabajar a través de la frontera canadiense con nuestros colegas canadienses.
  8. Acción social. Aquello por lo que estamos juntos es importante, si lo hacemos para infundir energía a nuestros miembros y aliados. En Estados Unidos se gasta el doble en servicios médicos que en cualquier otra democracia industrial, y en cambio tenemos el nivel más bajo de acceso a servicios de salud. La seguridad en el retiro y ahora también la seguridad social están amenazadas por esquemas que cambian las pensiones por cuentas de inversión, en vez de planes de protección al ingreso. Estos son dos temas críticos donde un movimiento sindical unido puede hacer una diferencia. La AFL-CIO debería de movilizar hacia una cumbre de nuestros aliados, a partir de las elecciones del 2004, para desarrollar una estrategia conjunta. La AFL-CIO debería también de apoyar la diversidad en los medios como un camino para el cambio social en estos y otros temas.
  9. Fusión de sindicatos nacionales. En los últimos diez años, cerca de 50 sindicatos nacionales se han fusionado de manera voluntaria. Sin duda esta tendencia continuará. El tema es cómo las fusiones pueden cambiar los lugares de trabajo, traer consigo más delegados activos y una mayor participación de los miembros, y crear una organización, una negociación y una acción política más efectivas. Las fusiones deben de ser voluntarias y con un apoyo comprobable de los miembros.
  10. Enfocarnos en los recursos de la AFL-CIO. Debemos de continuar angostando y agudizando el enfoque de la Federación en dos áreas prioritarias: política y legislación, por un lado, y apoyo a la negociación colectiva, por el otro. Los pagos per cápita a la Federación deberían de estar basados en estas funciones y en los programas que queremos sean realizados por la AFL-CIO, no en una reducción arbitraria.

Resumiendo los puntos de acción antes señalados, la AFL-CIO debería:

[Traducción de María Xelhuantzi L., Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, STRM]

 

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