En las últimas semanas se ha desarrollado un intenso debate alrededor de la determinación del titular del poder ejecutivo y su partido de organizar un evento conmemorativo del 2 de Julio del 2000. Se ha criticado lo inoportuno de un acto que, más que destacar la importancia histórica que tuvo el que un partido distinto al PRI ganara la contienda por la presidencia de la republica, parece diseñado para influir en los comicios locales del Estado de México y Nayarit así como en el arranque del proceso electoral federal del próximo año.

Pero sobre todo preocupa el que el presidente anuncie a los 4 vientos, su intención de participar activamente en las actividades proselitistas de su partido, abandonando su papel de jefe de Estado en el que tiene como tarea fundamental la de convocar a la concordia y a la unidad de la Nación y de los mexicanos. Más que asumir preferencias particulares se debiera promover un acuerdo a favor de la gobernabilidad y de la transición a la democracia, combatir la impunidad y la inseguridad, impulsar la creación de empleos y el mejoramiento de los salarios, gobernar con todos y para todos. Por lo demás es imposible disociar el recuerdo de la jornada electoral de hace 5 años del necesario balance de la administración Foxista.

A lo largo de cinco años el gobierno federal no ha logrado cumplir con las expectativas de cambio de los millones de mexicanos que participamos en el proceso electoral del año 2000.

Cinco años de improvisaciones en materia social y agresiones a los trabajadores en lo laboral, fiscal y en la seguridad social. Cinco años en los que el país ha tenido mínimos resultados en el combate a la impunidad y corrupción. A continuación presentamos nuestra percepción de lo que ha sido una administración que no ha cumplido con la palabra empeñada:

LAS MUJERES ASESINADAS EN CIUDAD JUÁREZ. La violencia contra las mujeres las ha convertido en prisioneras de sí mismas mientras que el propio Vicente Fox desestima esta situación. Las acciones de su gobierno en relación a la investigación, han sido limitadas e ineficientes con el agravante, de que, en algunos casos, para aparentar avances se han fabricado culpables utilizando prácticas cuestionables como la tortura. Las muertas de Juárez no son caso resuelto.

POBRE CRECIMIENTO ECONÓMICO. A pesar de las promesas de campaña que anunciaban crecimiento del siete por ciento anual, la economía se ha mantenido estancada, con un aumento del casi del cincuenta por ciento de empleo informal, sobreviviendo el mercado interno gracias al envío de remesas desde Estados Unidos por parte de los trabajadores migrantes.

IMPUNIDAD. La impunidad y la corrupción continúan prevaleciendo como en los peores momentos de los gobiernos priístas lo que propicia que la espiral de violencia se generalice por todo el país.

El gobierno federal defendió, sin vergüenza alguna, las fraudulentas cuentas del FOBAPROA a pesar del anuncio de que haría pública la lista de acreedores, y de que se revisarían las irregularidades del rescate bancario.

Se está haciendo costumbre el que la población conviva con tropas que ejercen labores de vigilancia propias de los cuerpos civiles de seguridad.

En este sexenio se ha mantenido la seguridad bajo control… ¡de la delincuencia!

EN EL ÁMBITO LABORAL. Nunca hemos estado más lejos de la justicia laboral. Los Veinte Compromisos por la Libertad y la Democracia sindical firmados por Fox cuando era ya  presidente electo se quedaron en el olvido. La justicia laboral sigue siendo tan ineficiente como antaño, el sindicalismo corporativo se mantiene como aliado incondicional del actual régimen mientras que, por medio de proyectos como la Reforma Abascal, se pretende cancelar conquistas laborales en aras de la flexibilidad y del trabajo precario.

Muestra de ello es el atraco sufrido por el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, cuyo Contrato Colectivo de Trabajo fue mutilado por medio de un albazo legislativo promovido por la administración del IMSS y secundado por un sector de legisladores pertenecientes a partidos como el PAN, Verde y PRI. Circunstancia que implica un precedente funesto para el futuro de la contratación colectiva, ya que en adelante los Contratos Colectivos de Trabajo podrán modificarse por medio de un decreto del Congreso.

GOBERNABILIDAD. La falta de diálogo y concertación sumergió a las fuerzas políticas a una lucha estéril en torno a la inhabilitación del Jefe de Gobierno como candidato a la presidencia del país, lo que significó un costo económico y político incalculable para la Nación que bloqueó además el inicio de la transición a la democracia.

El fortalecimiento del corporativismo a todos sus niveles incluyó el desconocimiento de la sociedad civil como actor social. El Poder Ejecutivo pretende convalidar la permanencia de mecanismos excluyentes y autoritarios de relación entre el Gobierno y la Sociedad.

EDUCACIÓN Y CULTURA. En la controversia constitucional sobre el presupuesto 2005 se reclamó el derecho de veto del presidente; en ese veto se agrede el presupuesto para las universidades públicas, gratuitas y laicas, llevando todavía más a la asfixia económica a los centros de educación superior, a lo anterior se suma su incumplimiento expreso y voluntario a su promesa de incrementar el presupuesto para educación hasta llegar al 8 por ciento del PIB.

SEGURIDAD. El ejército en las calles no logra esconder la corrupción propia del sistema de gobierno mexicano, es más, corremos el riesgo de sufrir la militarización de la vida social en nombre de esa incapacidad de dar el salto real a la transición de la democracia.

DERECHOS HUMANOS. Institucionalizó la tortura con el espaldarazo al gobernador de Guadalajara, institucionalizó la violencia contra las mujeres al cerrar los ojos ante la tragedia de Ciudad Juárez,  institucionalizó el racismo, e institucionalizó el desempleo.

SOBERANÍA. Subordinación al gobierno estadounidense en materia de seguridad, firmando el ASPAN (Acuerdo Sobre Seguridad y Prosperidad de América del Norte) sin realizar la consulta obligatoria al senado.

EL CAMPO. El Campo no aguantó más y se ha quedado abandonado: El acuerdo Nacional para el Campo es letra muerta, nuestra dependencia alimentaria es cada vez más grande y los transgénicos están invadiendo nuestra dieta con el gravísimo riesgo de desplazar definitivamente nuestros cultivos.

En síntesis, para los sindicalistas mexicanos y la sociedad en general, no existen motivos para festejar este 2 de julio, en todo caso, nos queda claro que la alternancia lograda hace 5 años no fue suficiente por si misma, para materializar las aspiraciones de todos los mexicanos en materia de Justicia Social, Democracia y Crecimiento Económico.

FRATERNALMENTE

México, D. F., a 1° de julio de 2005.